Hijos de puta

29.07.2014 20:10
Crecí escuchando en el colegio el Holocausto al que fueron sometidos los judíos durante la segunda guerra mundial. Ese relato de horror, la sinrazón que exterminó millones de vidas de hombres, mujeres y niños me hizo descubrir el lado más cruel de la naturaleza humana y empatizar con un pueblo que había sido el primer objetivo de la locura asesina del nazismo. 
¿Como entender ahora el comportamiento de los descendientes de esas víctimas con el pueblo Palestino? Los cuerpos destrozados de los niños se multiplican en ese enorme campo de concentración a cielo abierto  mientras los israelíes observan desde lo alto de una colina el macabro espectáculo festejando la lluvia de fuego y muerte que su gobierno lanza sobre Gaza. Hijos de puta.
El origen de esta última ofensiva parece ser el secuestro y asesinato de tres adolescentes judíos a manos de Hamas. Ojo por ojo, diente por diente. ¿Defensa propia? He leído que una semana antes del secuestro de los tres jóvenes el jefe del Mossad lanzó una inquietante pregunta en un periódico: ¿Qué pasaría si tres adolescentes israelíes fueran secuestrados en una de las colonias? ¿Acaso se trata de un profeta, un visionario? Mi escepticismo me lleva a pensar que algunas casualidades no existen. Y esta es una de ellas. El gobierno de Israel necesita seguir alimentando la matanza y no escatima en mentiras para hacerlo. Hijos de puta.
En el 2009, un programa de ¿humor? de la televisión de Israel, llamado "Un país maravilloso", satirizaba  el conflicto atribuyendo puntos por cada muerto palestino. Deben haber perdido ya la cuenta. Igual que la humanidad y la memoria. Porque es inevitable recordar, al menos yo lo hago, como el nazismo justificó el exterminio satirizando a los judíos, mostrándolos ante la opinión pública como seres infrahumanos que merecían el trato recibido.  Pero la comunidad internacional define como guerra lo que no deja de ser una carnicería que siguen sumando puntos para el poderoso Estado de Israel. El propio Obama legitimiza la masacre. Y el resto del mundo contemplamos  insensibles  los cuerpos mutilados de los palestinos como si se tratara de una representación gore e irreal que apenas nos incumbe. Hijos de puta. 
Cuando se crece con el hostigamiento continúo, cuando tus padres, hermanos e hijos son masacrados ante la indiferencia internacional (ya hay familias enteras que han perecido en los bombardeos), cuando arrinconan a tu pueblo entre el fuego y el mar con el propósito de borrarlo de la faz de la tierra... ¿qué cabe esperar? ¿Defensa propia? ¡Y una mierda! La historia tiene memoria y espero de corazón que esto lo paguéis algún día. Hijos de puta.

Herr Ferreiro