Mañaneos Berlineses
30.03.2015 16:43
Domingo 11:13 am: Sentado en un banco, palomas, hace viento. Sudadera Adidas negra. Mancha de ketchup en la manga. Es lo que tiene inflarse a comida basura. Mucha gente, rostros difuminados, rostros que no me dicen nada.
Me pitan los oídos,los vatios de Berghain aún resuenan en ellos. Es Laurent Garnier. Un chicle pegado en las zapas. Una chica mirándome desde lejos. Es fea. Lleva un piercing en la nariz, no me importa. Adiós chica fea. Ruido de coches.Calor. Camino. Saco un cigarro. Pienso unos versos:
Sabanas sucias llenas de baba vaginal
moco celeste, casi divino,
si se corrió fue porque era mía...
Sonrío y suelto el humo. Nubes blancas como mi pasta de dientes, como el polvo magnífico que aspiré anoche. Me miro en un escaparate, pupilas, piel leche, ojeras infinitas. Guaaau. Estoy bueno. De eso se trata. Eso dice mi psicóloga. Yo le digo que me quiero mucho. Que todos los días me froto la polla y pongo perdidas las sábanas.Ella me mira raro. Jjajajaja. Que se piensa.
En fin, sigo andando. Asfalto. Respiro sudor. Arcadas. Todo es metáfora claro. Yo sólo vomito cuando veo las noticias. Mentes petadas por doquier. Risas. Lenguas raras. Epidemia de idiotas. Alemanes bebiendo cerveza. Huele mal. Apesta a carne podrida. A tránsito humano. A sociedad colapsada.
Un hipster con un montón de vinilos me pide un piti. Le digo que no y que se peine el flequillo ese que lleva. Me mira estupefacto. Me piro. Tatuajes en movimiento. Cines cerrados. Sex shops. Putas. Escotes de infarto. Vértigo en las rodillas. Tacones. Pornografía ciudadana. Viejos. Que asco joder.
Quiero huir pero no avanzo lo suficiente. Me duelen las piernas. Quiero llegar a casa y esnifar. Quiero sentir amargor en la garganta. Al fin, el Metro. Veo la salida. Descender a los infiernos. Guay. Escaleras mecánicas. Siete putos minutos. Mierda. Ya llega. Entro. Veo un sitio libre. Música. Adiós mundo pérfido.